La arquitectura de estilo republicano y premoderno (1821 – 1930) se caracteriza por el abandono del estilo virreinal adoptando un estilo neoclásico, emulando las formas de arquitectura europea, particularmente la de estilo francés.
En el año 1993 la Facultad de arquitectura, urbanismo y arte de la Universidad Nacional de Ingeniería realizó un inventario en donde se registraron 1061 monumentos. De estos, 424 eran de origen prehispánico, 215 de tipo virreinal, 239 de tipo republicano y 183 de estilo contemporáneo. Hoy en día se ha perdido muchos de estos bienes culturales por la expansión urbana descontrolada lamentablemente.
En cuanto al estilo arquitectónico republicano, este fue el resultando del paulatino abandono de las formas e influencias coloniales en la nueva república en los deseos de crear una cultura nueva; aunque ciertamente adoptaron al principio formas estilísticas de la metrópoli europea, principalmente la francesa, pues era la moda en el momento, junto con los ideales de libertad y abandono del antiguo régimen. Puede decirse que a diferencia de los balcones virreinales; los de tipo neoclásico o republicano son de carácter sobrio, austero, pero muy grandes. Los detalles más interesantes son sus columnas. Estas se encuentran adosadas a los muros alargados y presentan pilastras, capiteles dóricos o jónicos, siendo preferidos estos últimos y las cornisas. Hay también simetría y gusto por lo lineal. Veamos a continuación una selección de este exquisito estilo.
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